Como dijimos para tener un gran ganador, es necesario un gran perdedor. Y Toyota, cinco veces campeón defensor en Sarthe antes de sus 24 Horas de Le Mans 2023, fue el gran derrotado este fin de semana.
Precisamente sus 5 triunfos anteriores carecían del gran perdedor porque habían sido logrados contra equipos particulares y/o autos muy inferiores (Oreca 07-Gibson prácticamente LMP2 levemente potenciados) de Rebellion y Alpine. Este año era por segunda vez que se enfrentaban a rivales poderosos. La primera fue en el 2017 cuando competieron contra el Porsche 919 Hybrid y también fueron derrotados.
Después de perder el GR010 n°7 de Kamui Kobayashi-Mike Conway-José María «Pechito» López al comienzo de la noche tras el contacto en una «Zona Lenta», Toyota se aferró con el #8 a la cola del Ferrari #51 hasta el final.
Los dos Hypercars intercambiaron órdenes basadas en paradas en boxes y cambios de pilotos y neumáticos antes de que el #8 confiado a Sébastien Buemi, Brendon Hartley y Ryō Hirakawa se retrasara por un costoso error del japonés a 01:30hs de la bandera a cuadros.
«Desafortunadamente, no tuvimos el ritmo para competir durante toda la carrera (buscando una excusa en el cambio de BoP justo antes de Le Mans al cargarle al Toyota 37 kilos) y tuvimos mala suerte. No era nuestro día, pero volveremos más fuertes«. «Quiero agradecer a todos en el equipo que hicieron esfuerzos increíbles, a la gente en Japón y Colonia también. Es una pena que no pudiéramos ganar, pero así son las cosas«…finalizó Kamui Kobayashi.
No hay duda de que Toyota, que dominó el planeta de Endurance y FIA WEC compitiendo solos entre 2018 y 2022, tiene que volver a brillar en el Sarthe el próximo año si no quiere que sus victorias se diluyan.
Héctor Daniel Oudkerk
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