Los objetivos de emisiones están matando a los autos pequeños y favoreciendo a los grandes SUV

Los autos urbanos del segmento A, están en peligro de extinción ya que la principal atracción de compra de estos modelos, suele ser su precio asequible… y con las nuevas reglas anti emisión esto es casi imposible de lograr. 

El segmento A es importante para los fabricantes, aunque no sean los modelos que tengan un margen de beneficio alto. El 8 % de los 15 millones de los autos que se venden anualmente en Europa son del segmento A. Sin embargo, muchas marcas los están eliminando de su gama hasta el punto que pronto no quedará ninguno o casi.
Algunas ya no poseen ningún modelo del segmento A en su catálogo. Los pequeños Opel Karl y Opel Adam ya no se fabrican. Hace tiempo ya que Ford dejó de fabricar el Ka .
A excepción de los fabricantes nipones o coreanos, como Toyota. Hyundai o Suzuki que pueden aprovechar las plataformas de kei-cars para sus modelos del segmento A , en Europa, ningún fabricante actualmente presente en este segmento apuesta por renovar los modelos en venta cuando lleguen al final de su vida comercial.
Así, los Peugeot 108, Citroën C1 y Renault Twingo podrían no tener descendencia. PSA no quiere renovar la colaboración con Toyota y Renault se quedaría sin socio para el futuro Twingo. Incluso los Fiat 500 y Fiat Panda, dos estrellas y superventas del segmento, no tienen su futuro asegurado y ni que hablar del Lancia Ypsilon del mismo grupo.
«En un futuro muy cercano, nos centraremos en un segmento con volúmenes más grandes, márgenes más grandes, y esto significará una salida del segmento de los minicoches«, dijo el CEO de Fiat -Chrysler, Mister Mike Manley, a finales de octubre, al presentar los resultados trimestrales a analistas financieros.
Al parecer, en Europa estos pequeños autos ya no serían rentables. El margen de beneficio es escaso. Añadir toda una serie de sistemas para que puedan cumplir con las normas anticontaminación exigidas por la Comunidad europea y no mermar la famosa media de los 95 g/km de CO2 (filtros, catalizadores SCR, hibridación de toda clase) haría que esos autitos ya no fuesen rentables para el fabricante. Si desea conservar un margen de beneficio, aunque mínimo, debería subirse el precio de esos coches. Y entonces, tendría prácticamente el precio de un modelo del segmento B…
Así están matando los objetivos de emisiones a los autos pequeños, favoreciendo a los SUV
Este giro de situación puede parecer paradójico. Los pequeños utilitarios y de bajo consumo parecen muy pertinentes en el contexto actual de restricción de las emisiones de CO₂ para combatir la contaminación del aire. Pero para los fabricantes, el juego ya no vale la pena. Ni siquiera convirtiéndolos en auto eléctrico. Un pesado SUV con motor grande puede en su precio amortizar todos los equipos anticontaminación pero eso es muy difícil cuando se trata de uno del segmento A en donde instalar los mismos equipós exigidos si altera la ecuación del precio final considerablemente. Lo paradójico es que el auto con un minúsculo motor de 3 cilíndros aún sin ningún catalizador sofisticado contamina menos que un V8 Hybrid y toda la tecnolgía arriba y pese a esto a el primero está prohibido o castigado y el segundo incluso premiado con baja de impuestos y accesos a las city luciendo orgulloso una etiqueta verde.