La ola de frío en EEUU y Canadá trajo algunas sorpresas… El dueño de un Tesla Model S intentó cargar su auto con una temperatura exterior de -7 Cº. Después de probar en un par de cargadores y perder varias horas en el intento, no hubo manera de iniciar la carga.
Según él, cargar su Model S con esa temperatura es imposible, pero ¿es eso verdad? Es más que sabido que los EV no se llevan muy bien con el frío, pero ¿tanto como para que no se los pueda usar cuando el termómetro cae bajo cero?
Hasta ahora sabíamos que las bajas temperaturas afectan a las baterías de litio, y por eso en un smartphone la batería se descarga antes cuando el termómetro marca temperaturas bajo cero, y la autonomía de un vehículo eléctrico desciende notablemente en esas condiciones. Y como si fuera poco la demanda de energía de la batería es mayor para calentar el habitáculo a través de la calefacción.
Por culpa del menor rendimiento de la batería y del mayor consumo de energía, la autonomía de un coche eléctrico disminuye entre un 20% y un 30% cuando hace frío.
Incluso algunos modelos ofrecen un 50% menos de autonomía a -7 Cº respecto a cuando hay 14 Cº. A otros les afecta menos, pero ninguno es inmune al frío.
Lo ideal para este tipo de vehículos es que la temperatura ambiente sea de entre 15 y 35 Cº. Si el EV tiene bomba de calor, la cosa mejora, pero, incluso si equipa este componente, la autonomía a temperaturas bajo cero es inferior a la que se consigue con un tiempo menos extremo.
Además, hay que tener en cuenta que cuando hace frío el proceso de carga se complica. No basta con conducir hacia un punto de carga y conectar el cargador al coche; en estas condiciones, la batería necesita alcanzar cierta temperatura para que se inicie el proceso de carga.
En caso de no alcanzar esa temperatura óptima, hay que esperar hasta que el sistema de gestión térmica del coche la prepare para la carga. De la misma forma que si hace mucho calor, la recarga no será todo lo rápida que podría ser con una temperatura más suave.
Algunos modelos, como los Tesla, son capaces de preparar la batería para la recarga mientras se conduce hacia un supercargador de la marca. Basta con seleccionarlo como destino en el navegador y el coche se encargará de incrementar la temperatura de la batería para que, al llegar, se pueda iniciar el proceso de carga sin perder tiempo.
Si hace demasiado frío, es probable que toque esperar hasta que la batería alcance la temperatura mínima y se inicie el proceso de carga. Pero eso no significa que un EV no pueda utilizarse en climas fríos, solo hay que entenderlos y tenerles paciencia. Hay que adaptarse, como en otros ámbitos de la vida. Es cierto que con un naftero o un Diésel no hace falta y basta con descolgar la manguera del surtidor, meterla en la boca del depósito y llenarlo, pero que las temperaturas frías obligan a cambiar hábitos en muchas cuestiones.
Domenick Nati publicó un vídeo para compartir el sufrimiento que le hizo pasar su Tesla el día de Nochebuena. Y es que le fue imposible recargar la batería del Model S, ni en su casa ni en un Supercharger de Tesla que cuando intenta cargar, el simpático Model S de Domenick muestra un mensaje en el cuadro de instrumentos para avisar de que la temperatura de la batería necesita calentarse.
El aviso recomienda mantener enchufado el cable mientras el sistema de gestión térmica del coche calienta la batería. Domenick sigue las instrucciones y permanece a la espera durante más de dos horas…!!!, pero el mensaje persiste y no hay manera de que el Tesla inicie la carga, por lo que desiste.
Domenick tampoco tenía mucho margen de actuación, dado que la autonomía restante era de 30 km el especialista en cargadores Wallbox avisa que «Para estar seguro en invierno, nunca dejes que el nivel de la batería caiga por debajo del 20 %. Para cargar cuando hace frío intenso, su automóvil necesitará una reserva de energía para calentarse y estar listo«. Es posible que ahí se encuentre la explicación a lo que le ha sucedido a Nati.
Tampoco existe una temperatura mínima a la que no se recomiende utilizar el auto, de la misma forma que no hay una máxima. La química de las baterías hace que su capacidad disminuya cuanto más frío hace y aumente cuando más calor hace.
Otra cosa es su autonomía, que si será menor, pero el frío no debería imposibilitar la función siempre que uno tenga más del 20% de reserva para que funcionen los calentadores de la batería que obviamente consumen energía, por mucho que Nati diga que su coche no es capaz de cargar en esas condiciones.
Héctor Daniel Oudkerk
fuentes https://www.motorpasion.com/, https://www.carscoops.com/, https://www.youtube.com/
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