Stellantis Hydrogen Fuel Cell Zero Emission

 

Stellantis convertirá así las Citroën ë-Jumpy, Peugeot e-Expert y Opel Vivaro-e que utilizaban baterías en furgonetas de hidrógeno con 400 km de autonomía , y podrían estar a la venta este mismo año.

Stellantis Hydrogen Fuel Cell Zero Emission

Lo bueno es que tienen la misma capacidad de carga que las versiones con motores Diésel y se recargan en igual tiempo que el gas oil…con cero de contaminación.

Lo cierto es que las tres furgonetas eléctricas comparten la plataforma EMP2 y configuración mecánica, lo que ha facilitado la incorporación del sistema de pila de combustible ya que no ha precisado la modificación de la carrocería, según Stellantis.

Stellantis Hydrogen Fuel Cell Zero Emission

Stellantis Hydrogen Fuel Cell Zero Emission

De momento, sabemos que los tres tanques de hidrógeno colocados de forma longitudinal que equipan tienen una capacidad de 4,4 kg, almacenados a 700 bar, mientras que la pila de combustible tiene una potencia de 45 kW y la batería una capacidad de 10,5 kWh.

Incluirán un sistema de frenada regenerativa, de forma que la batería se pueda recargarse además  sobre la marcha.

Dada la escasez de hidrogeneras aún en Europa , en caso de que el vehículo se quede sin combustible -sin hidrógeno- existe la posibilidad de cargar la pequeña batería que llevan de forma externa para continuar el viaje.

Stellantis promete que su sistema ofrecerá más de 400 km de autonomía en ciclo WLTP. La fabricación de los vehículos se llevará a cabo en las instalaciones de Opel de Alemania, y se espera que estén listas para finales de 2021 en Europa.

Stellantis Hydrogen Fuel Cell Zero Emission. (igual capacidad de carga, autonomía y tiempo de repostaje que una similar Diésel)

Stellantis ha dado a conocer también sus planes de desarrollar un vehículo de pasajeros impulsado por pila de combustible, aunque no ha dado fechas exactas.

Stellantis busca así dar solución a los principales obstáculos que presenta hoy en día el hidrógeno aplicado a vehículos ligeros: escalabilidad de la tecnología de pila de combustible, integración en la plataforma del vehículo, escasez de la infraestructura y sobre todo abaratar costes a través de la economía de escala.

Sigue así la ruta marcada hacia el fin de los motores de combustión interna, puesto que ha anunciado que dejará de desarrollarlos para centrarse por completo en el coche eléctrico.