Scott Dixon tendrá la mira puesta en ganar su sexto título de IndyCar en San Petersburgo el próximo fin de semana, y además se dá que por primera vez habrá un segundo neozelandés en la pista.
El equipo Penske le ha dado a su compatriota Scott McLaughlin un auto para la próxima final. Este nuevo Kiwi, de 27 años, ha estado compitiendo en el campeonato australiano de supercars durante las últimas ocho temporadas y siempre ha tenido aspiraciones de dar el salto a las carreras de IndyCar.
Se le dio la oportunidad de conducir un IndyCar en un par de sesiones de prueba a principios de este año, y ahora podrá unirse a la pista con un compatriota que «algo» sabe sobre ganar.
«Es realmente genial«, dijo Dixon al medio Motorsportweek.com cuando se le preguntó sobre competir con McLaughlin. “Obviamente, Scotty siendo un compañero Kiwi es muy divertido. Espero poder pasar un poco de tiempo con él».
“Se une a un equipo fantástico. Anteriormente probó con ellos, y es algo que ha aspirado hacer desde hace mucho tiempo: venir a Estados Unidos. Le deseo una buena entrada en la temporada».»Una gran enhorabuena para él por haber logrado su campeonato de supercars«.
Aunque aún no se ha confirmado nada, los indicios apuntan que a McLaughlin se le ofrecerá un contrato con el equipo Penske para la temporada 2021 además de la próxima carrera en San Petersburgo..
Pero Dixon sin embargo, estará preocupado por asegurar su sexto título de IndyCar contra Josef Newgarden, quien ha estado en forma en las últimas carreras y le descontó muchos puntos.
Dixon actualmente tiene una ventaja de 32 puntos con solo una carrera restante, que se llevará a cabo desde las calles de St. Petersburg, Florida, el 25 de octubre.
Todos los pilotos tienen oportunidad de sumar un punto por liderar una vuelta, además puede obtener otro por ganar la pole, y dos más por liderar la mayor cantidad de vueltas.  ¿QUÉ NECESITA ENTONCES NEWGARDEN PARA GANAR EL TÍTULO DE 2020?
Ganar, tomar los cuatro puntos extra (524) y que Dixon finalice 10º o peor (522). Es difícil para Newgarden pero nada es imposible en la IndyCar…