Volkswagen ha seguido a los otros fabricantes de automóviles occidentales y pese a haberse resistido terminó retirándose oficialmente del mercado ruso, mal vendiendo todas las acciones de sus filiales rusas, así como su gran fábrica.
El fabricante de automóviles alemán llegó a un acuerdo con un simple concesionario con sede en Moscú con el nombre de Avilon. No se ha anunciado un precio de venta oficial, pero los informes indican que Avilon pagó aproximadamente € 125 millones (u$s 135 millones) para adquirir toda la operación rusa de VW y su fábrica en la ciudad occidental de Kaluga, que tiene suficiente capacidad para construir 225.000 vehículos al año.
Si bien Volkswagen solo publicó un comunicado de prensa muy breve sobre el acuerdo, señala que fue aprobado por las autoridades del gobierno ruso y que el convenio también incluye su estructura de importadores (distribución y negocios postventa), así como las actividades de almacenamiento y servicios financieros con todos los empleados asociados.
El New York Times informa que Volkswagen había gastado € 774 millones para construir la planta de Kaluga que abrió en 2007. VW cesó sus operaciones en el sitio poco después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Los 4.000 empleados de la fábrica que han permanecido en nómina desde entonces (cobrando sus haberes) esperan datos sobre el futuro de la compañía en Rusia.
Según algunos expertos de la industria, muchas grandes empresas esperaron varios meses (o años como VW) antes de decidir retirarse de Rusia, dado que muchas de ellas pasaron décadas construyendo fábricas y cadenas de suministro en todo el país e invirtiendo grandes cantidades de u$s como fueron los casos emblemáticos de VW o Renault.
No está claro si el acuerdo de Volkswagen con Avilon incluye una cláusula que le permitiría regresar a Rusia. Renault llegó a un acuerdo para vender (por 1 rublo) su participación del 68% en el fabricante de automóviles ruso AvtoVAZ el año pasado, pero el acuerdo incluye la opción de reanudar el negocio en el futuro si así lo desea y los rusos les cumplen.
Héctor Daniel Oudkerk
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