El CEO de Renault y nuevo presidente de ACEA Luca de Meo, fustigó las condiciones y los plazos de la futura norma Euro 7, con estándares súper estrictos en cuanto a emisiones contaminantes.

Queriendo reducir las emisiones de óxido de nitrógeno (NOx) de nuestros vehículos, sobre el papel, la intención no puede ser más loable. Pero la aplicación por parte de la Comisión Europea de la norma Euro 7 a partir de 2025 podría tener consecuencias desastrosas para la industria del automóvil. De hecho, los fabricantes de automóviles, ya sacudidos por la revolución eléctrica, quieren negociar las normas para los motores térmicos que desaparecerían en 2035, con la prohibición a partir de esa fecha de la venta de nuevos vehículos de combustión dentro de la UE.

En una conferencia de prensa en Bruselas el martes, el jefe de Renault, Luca De Meo, ahora también presidente de la Asociación Europea de Fabricantes (ACEA), criticó la llegada de este estándar Euro 7: «Los plazos son demasiado cortos, las condiciones son demasiado amplio: en Renault, podrían provocar el cierre de cuatro fábricas a corto plazo«. Con esta futura norma, el costo adicional por vehículo así adaptado se estima en cualquier caso entre unos cientos y varios miles de euros. Un error según Luca de Meo, para quien «la gente va a terminar por mantener sus autos por más tiempo y comprar autos usados ​​en lugar de autos nuevos«.

Además habló el lunes de la alianza Renault y Nissan.

Anunció que Renault reducirá su participación en el capital de Nissan al 15% frente al 43,4% actual.

Vinculados desde 1999, Nissan y Renault dan un nuevo paso en su contrato de matrimonio. Los dos fabricantes anunciaron el lunes, en un comunicado de prensa y sujeto a la aprobación de su directorio, un cambio de estrategia. Mientras que Renault ostentaba el 43,4% del capital de Nissan, la marca francesa baja ahora al 15%. Un porcentaje que reequilibra la unión entre ambos fabricantes tras periodos de fuerte crisis de confianza.

Más allá de este contrato que reequilibra perfectamente los derechos de las dos marcas, el grupo japonés Nissan quiere convertirse en un accionista estratégico de Ampere encargada de la electrificación. De todas formas el grupo francés no venderá de inmediato el resto de sus acciones de Nissan (28,4%), ya que su valor de mercado es muy bajo.

Héctor Daniel Oudkerk