Antes de la temporada de Can-Am de 1970, el fundador de Lotus, Colin Chapman, había encargado al dibujante del Team Lotus, Geoff Ferris, que hiciera un desarrollo propio para la lucrativa serie. Sin embargo, con el enfoque de Chapman firmemente puesto en su exitosa campaña de Fórmula Uno, el proyecto fue archivado, nunca pasando la fase de modelo a escala.
Es decir, hasta hoy, cuando Lotus lo ha revivido haciendo una serie ultra limitada de 10 ejemplares, cada uno con un precio de más de un millón de dólares.
Clive Chapman, hijo de Colin Chapman y Director General del Classic Team Lotus, fue fundamental para este proyecto, ya que fueron los documentos que tenía los que permitieron al equipo de diseño de Lotus dar vida al automóvil. Clive comentó: «El coche habría compartido muchas características innovadoras con nuestro chasis de F1 más exitoso, el Lotus Type 72, que se desarrolló durante la misma época. Habría sido espectacular, como lo es el Tipo 66 real que vemos hoy«. Resplandeciente en los colores rojo, blanco y dorado inspirados en el patrimonio con los que Lotus corrió durante la década de 1970, el Tipo 66 es realmente una belleza.
Después de más de medio siglo de progreso técnico, los diseños de Colin Chapman, han sido delicadamente reinterpretados para cumplir con los estándares de seguridad del siglo 21 y las expectativas de conducción. Las nuevas características incluyen un compartimiento del conductor modernizado, transmisión secuencial y sistema antibloqueo. Más de 1.000 horas de trabajo de dinámica de fluidos computacional se han dedicado a perfeccionar la carrocería del Tipo 66, lo que resulta en más de 800 kilos de carga aerodinámica a 200 kph, mucho más de lo que el original habría logrado.
También se ha mejorado el motor V8 aspirado y varillero colocado en el medio, representativo de la época, que tiene como objetivo producir más de 830 hp a 8,800rpm. Las icónicas trompetas de admisión de aire inspiradas en Can-Am son obviamente la pieza de fiesta del Type 66, que no solo se ven increíbles, sino que también ayudan a mejorar la potencia de salida.
En general, el Tipo 66 es una obra de ingeniería verdaderamente impresionante, y un automóvil que seguramente habría infundido miedo en los corazones de su competencia Can-Am.
Héctor Daniel Oudkerk
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