En Opel están trabajando en el uso de diésel y naftas sintéticas, una nueva idea (o tal vez vieja ya que en la II WW se usaban) con la que conseguir reducir las emisiones de los motores térmicos, además de limitar su impacto ecológico al emplear energías renovables para su producción.
Los combustibles sintéticos consiguen un factor neutral de CO2, empleando energías renovables para su producción de ahí su gran ventaja.
Hace años que los combustibles sintéticos están en la mira de muchos, una fórmula con la que conseguir combustibles totalmente compatibles con los motores de combustión interna convencionales, pero siendo producidos sin hacer uso alguno de petróleo. 
En su mayoría estos combustibles sintéticos proceden de la biomasa, de la captura de CO2 y el reciclado de residuos y aceites industriales, consiguiendo así limitar de forma notable el impacto en emisiones. La principal ventaja de estos combustibles está en la posibilidad conseguir un factor de CO2 neutral.
El Diesel Azul o el e-Diesel son combustibles sintéticos, ya sea parcialmente o de forma completa, empleando para su producción fuentes de energía totalmente renovables para así garantizar un mínimo impacto medioambiental al considerar las emisiones gloables, es decir: «del pozo a la rueda». Opel, a través de su jefe de ingeniería Christian Müller, ha confirmado estar trabajando en esta idea como parte de su pograma de I+D, algo que encajaría a la perfección en los planes de la marca para el desarrollo en paralelo de coches eléctricos a baterías, pila de combustible de Hidrógeno y combustibles alternativos.
Los motores necesitan estar preparados para funcionar con combustibles 100% sintéticos o 100% biocombustibles.
Sin conocer más detalles sobre la apuesta de Opel en este sentido,por el momento son todos programas experimentales donde flotas de coches, en su mayoría diésel, emplean gasóleo convencional con un porcentaje de gasóleo sintético. Los motores más modernos no presentan problemas de compatibilidad con estos combustibles, pudiendo trabajar sin problemas con ellos y no habiéndose reportado incidencias al respecto al estar ya diseñados para su uso.
También Audi ha creado un diesel sintético de alta calidad a partir de agua, dióxido de carbono y electricidad generada de fuentes renovables como la eólica o solar. Denominado e-diesel o ”crudo azul“, este nuevo combustible está siendo desarrollado por la compañía alemana en colaboración con Sunfire en la ciudad de Dresde.
Su fabricación se deriva de una serie de procesos químicos, en los que se extrae el hidrógeno del agua mediante electrolisis de alta temperatura para luego mezclarlo con dióxido de carbono en reactores de síntesis, dando lugar a un líquido compuesto de hidrocarburos sin azufre, cuyas propiedades son superiores a las de combustibles fósiles, según muestra los primeros análisis.
Es así que, por ejemplo, un motor que use e-diesel será más silencioso y emitirá menos contaminación; pudiendo combinarse además con diesel  convencional como ya ocurre a menudo con los biodiesel, o utilizado sin realizar mezclas, si bien se espera que el precio de este combustible ecológico ronde euro y medio por litro, algo más caro que el diesel normal pero no mucho más.
Por el momento, eso sí, la planta piloto de Dresde solo alcanza a producir unos 160 L de e-diesel al día, por lo que Audi ya está en conversaciones para construir una fábrica más grande que ayude a satisfacer la demanda.