El hidrógeno es un combustible cada vez más frecuente en vehículos pesados. Los camiones son vehículos difíciles de electrificar, ya que recorren distancias muy largas y consumen mucha energía y necesitaría baterías enormes y muy pesadas, que afectarían a su capacidad de carga.

Es por ello que el hidrógeno se postula como una tecnología con mucho futuro en el transporte pesado. Hyundai  como ya lo anunciamos desembarca en Europa con su nuevo camión Xcient Fuel Cell, alimentado por hidrógeno.

El Xcient Fuel Cell de Hyundai se vende en configuración de dos ejes, a los que se puede añadir un segundo remolque. En Asia son comunes y disfrutan de muchas ventas. Visualmente destaca su parrilla futurista, pero sin grandes variantes estéticas.

Lo verdaderamente revolucionario está bajo la cabina. En vez de un gran motor diésel tenemos dos células de combustible de hidrógeno, que transforma en electricidad el hidrógeno almacenado a alta presión en sus tanques de combustible. La potencia de estas células es de 190 kW (258 CV), y la electricidad por ellas generada la que realmente mueve el camión, a través de un motor eléctrico de 475 CV, capaz de desarrollar 3.400 Nm de par motor. Sus prestaciones están a la par de cualquier camión convencional alimentado por gas oil.

La capacidad de hidrógeno del Xcient Fuel Cell es de 32 kilos, almacenados en dos depósitos a 350 bar de presión. Es capaz de recorrer unos 400 km por carga en condiciones realistas de circulación, y lo realmente positivo, es que  demora unos 8-12 minutos el repostaje, lo mismo que cuando se carga gas oil.

50 unidades del Xcient Fuel Cell están llegando a Europa en 2020, y serán usadas por operadores logísticos suizos inicialmente bajo un régimen de leasing.

Cómo Hyundai maneja la movilidad con hidrógeno (Hydrogen Mobility) Comienza con la obtención de electricidad a partir de plantas renovables (hídricas o eólicas). De ahí esa electricidad se usa para la elecrólisis de agua H2O que libera el H2 que a su vez se vuelve a transformar en energía eléctrica en las fuel cell de los  autos y camiones para mover los motores de tracción eléctricos. En el proceso de transformación de electricidad a H2 y vuelta a electricidad hay una pérdida de cerca del 50% de energía. Hay que tener en cuenta que si la electricidad se trasladara sin el intermediario del hidrógeno a los motores de tracción (catenarias de trenes eléctricos o tranvías-trolebuses) la pérdida de energía sería muy inferior con valores del 3%.