El muy simpático Honda Fit-Jazz está lleno de calidad, pero tal vez le faltó un poco de carácter y fuerza. El restyling interviene precisamente para corregir en parte estos defectos, pero a precios que deberían seguir siendo altos.
El Honda Fit-Jazz es probablemente el auto urbano que concentra las soluciones más prácticas y relevantes para un vehículo de todos los días: tamaño exterior reducido, ligero, eficiente y práctico con sus asientos traseros Magic Seat. Pero sin embargo, adolece de un estilo menos expresivo que la competencia en el segmento de los city cars y crossovers urbanos. Y luego, sobre todo, el Jazz no es barato.
Pero los Honda siempre han sido más caros que sus rivales ya que se paga la reputación de confiabilidad mecánica y el descuento también es un poco menos pronunciado en la reventa. El Fit-Jazz rediseñado se beneficia de muchas mejoras y desarrollos bienvenidos, pero los precios siguen la tendencia general al alza.
Estéticamente, las dos versiones ya conocidas apenas evolucionan más allá de pequeños toques como los estribos de aspecto texturizado. La gran novedad es, obviamente, la aparición de este acabado «deportivo» Advance Sport. Honda ya ha declinado su «Fit» en versión RS en Japón. Sin ir tan lejos como una presentación musculosa al estilo Mugen, Honda ha escuchado las solicitudes de los clientes de una variante un poco más asertiva que se beneficia de protectores y llantas específicos de 16 pulgadas. A bordo, el Advance Sport tiene tapicería de cuero sintético gris y gamuza negra con costuras amarillas en el volante, el apoyabrazos central y los paneles de las puertas. Los asientos traseros Magic Seats obviamente siguen ahí, y son muy prácticos para cargar objetos largos a lo ancho.
Los 109 CV quizás se quedaron un poco cortos en un mercado donde los polivalentes autos urbanos son capaces de superar los 150 CV. No para fijar tiempos por vuelta en circuito, sino para un mayor placer de conducción y más seguridad en caso de adelantamiento.
En el apartado mecánico, la potencia pasa de 109 a 122 CV gracias a una evolución del motor de tracción en modo eléctrico. El pequeño 1.5 de cuatro cilindros gasolina llega a los 107 CV (recordemos que las potencias no suman tan simplemente en estos híbridos un poco más complejos). El par no se mueve y se mantiene en 253 Nm.
Héctor Daniel Oudkerk
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