El equipo de competición de la Fábrica Militar de Aviones de Argentina (IAME/DINFIA/IME)
La Fábrica Militar de Aviones en Córdoba luego de la revolución del año 1955 se encontraba produciendo el automóvil nacional Institec Justicialista impulsado por un motor bicilindrico de 700 cc. y a modo de ensayo aún por otro experimental de 4 cil en U de 800cc diseñado en la misma fábrica. A raíz de los cambios políticos ocurridos se sucedieron otros en el rumbo técnico y el Justicialista si bien se continuó fabricando lo hace ahora rebautizado bajo el nombre de “Gracielaal que se le cambió la mecánica por un motor Warburg de tres cilindros 900 cc y también de 2 tiempos de características muy parecidas al del DKW y que se fabricaba en la Alemania Oriental dejando así de lado a las motorizaciones anteriores. 

Institec Justicialista original con motor 2 cilindros 

Hecho este preámbulo nos encontramos a dos protagonistas principales: Uno el automóvil Graciela y el otro un personaje auténticamente cordobés, nacido en Totoral (Córdoba), el querido Romualdo Visintini, quien lamentablemente desde el año 2010 ya no está físicamente entre nosotros. Visintini fue un excelente mecánico y corredor de autos que ganó 5 campeonatos argentinos.
Romualdo Visintini, trabajaba como operario en Dinfia y durante los años 1966, 67 y 68 corrió con un Graciela del equipo oficial de la fábrica. La historia de este equipo de competición empezó con un auto experimental. Lo probaban y exigían dentro de los test de ensayos de habituales de fábrica Visintini y un Ingeniero viajando a su máxima velocidad y en su recorrido llegaron hasta Bolivia por La Quiaca. A pesar de haberlo exigido al máximo, a fondo, no se rompió nada. Allí surgió la idea, propuesta por Visintini, de anotarlo para correr el Gran Premio Internacional Standard Argentino del año 1960, una carrera muy exigente con tramos de velocidad extremadamente largos y que recorría gran parte del país. “Si aguantó este viaje tiene que aguantar la carrera”.
Decidido esto el paso siguiente era, según lo exigía el Automóvil Club Argentino, organizador de la competencia. Allí los miraron sorprendidos: ¿homologar qué? ¿Y cuantos autos hay fabricados? “¡Hemos hecho 150 en un año!” “No, imposible darles lo solicitado…. Fueron al Ministerio de Aeronáutica a buscar respaldo. Fueron recibidos por el Sr. Ministro en persona al que le explicaron las dificultades para homologar el automóvil y poder participar de competencias de velocidad. Ante esto el Ministro se puso como loco: “¿Qué le importa al Automóvil Club cuantos autos hicimos?” Tomo el teléfono y llamó a la fábrica, al Ing. Enriquez y le pidió que juntara toda la documentación de los autos que se habían hecho en los últimos dos meses y se las enviara. “¿Qué le importa al Automóvil club cuantos autos hemos hecho?”
Graciela  3 cilindros 2 tiempos y 900 cc con Visentini en el GGPP

Después de muchos viajes, muchas idas y vueltas llevando y trayendo papeles lo pudieron homologar… y a partir de allí el equipo se presentó a correr el Gran Premio Argentino, una competencia de largo aliento que dividido en etapas recorría casi todo el País. En ese Gran Premio llegaron al final del recorrido los tres autos del equipo de DINFIA ( los del mencionado Visentini, José Arzani y Luis Siro).
La gran victoria de Romualdo Visintini manejando un Graciela llego más tarde un 12 de agosto de año 1962, en Córdoba, cuando en la competencia denominada “La Vuelta al Pan de Azúcar” triunfa sobre Vicente Formisano, un gran corredor de Buenos Aires que corría con un DKW Auto Unión 1000S, a quien era muy difícil ganarle. Ni bien terminó la competencia éste y otros se quejaron porque decían que al Graciela en la fábrica le habían hecho una carrocería de aluminio para disminuir el peso…, cosa que el reglamento no permitía. Ante esta pregunta, 40 años después de aquella fecha, Vicentini sonríe y dice: “No era de aluminio, era de chapa, pero de una chapa muy fina. Se habían estampado 4 carrocerías con chapa 05. Era un drama cuando tenían que pintarle el numero, especialmente en el techo, les decíamos a los pintores del Automóvil Club Argentino que pisaran sobre las manos nuestras porque si se apoyaban en él se hundía todo. Después de las tres vueltas en carrera al Pan de Azúcar no sirvió mas la carrocería, estaba partida por todos lados. El Graciela, según lo habíamos cronometrado en el camino al aeropuerto Córdoba llegaba a 145 km/h, y el auto Unión de Formisano andaba a 155 km/h. Lo que pasó es que la semana previa yo había dado 35 vueltas al circuito, lo conocía de memoria. Llegaba a la fábrica, me subía al auto y salía para el Pan de Azúcar”.
Graciela y Visentini ganando en el «Pan de Azúcar»
Romualdo Visentini

“Esa carrera se ganaba en la bajada”- le había dicho un viejo corredor, Remigio Caldara a Visintini, “subir suben todos muy rápido, pero bajar”…… Y era totalmente cierto: la carrera la ganaba el que mejor hacía la bajada. A Formisano Vicentini le sacó 5 minutos en las tres vueltas. El de Bs As no lo podía creer, tanto que lo denuncio ni bien se bajo del auto, pero no tuvo suerte, la denuncia no prosperó. El Graciela ganó su categoría y llegó 3º en la clasificación general. El ganador de la general fue Jorge Cupeiro con un poderoso Jaguar.

Graciela y Visentini transitando el GGPP 
Alfa Romeo Guilietta y el Graciela de Visentini a la cola

El Graciela fue el 2º auto nacional en ganar una carrera,el primero había sido un Anasagasti piloteado por su constructor el Ing Horacio Anasagasti, a cuyo vehículo le puso un motor Valot. El equipo de DINFIA se desarma cuando el Graciela se deja de fabricar. A Visintini le regalaron el auto con el que había corrido. Y corre un último Gran Premio en el 63 por su cuenta, ya no representaba oficialmente a la Fábrica Militar de Aviones. Hace el recorrido completo y finaliza 7mo.Cuenta el piloto que ya le había agarrado la vuelta al problema que tuvieron en varias oportunidades que era el de perforar pistones en carrera. En la fábrica había dos bancos de prueba que se usaban para probar motores de aviones chicos, en los mismos el motor estaba fijo. Allí el motor Warburg que equipaba al Graciela llegó a tener 55 hp de potencia. Originalmente salía de fábrica con 37 hp de potencia.Recuerda el piloto que en un gran premio largo en San Luis y a los pocos Km se le engranó una biela. Desarmó el motor y en 30 minutos cambio el cigüeñal. Sale nuevamente y llega a Mendoza con un pistón pinchado, no pudo cambiarlo allí por reglamento. Largó así y sobre una alcantarilla le cambia los tres pistones al motor. Llegó a San Juan y sorprendidos los integrantes del poderoso equipo Saab de Suecia se le acercan y le preguntan: ¿Pero no estaba usted parado desarmando el motor en la ruta? Y sonriendo Visintini les responde que si tuviera el auto que tenían ellos, “les gano a todos en la clasificación general”…….Comentaba Romualdo Visintini que el Graciela, debido al tipo de suspensión independiente que tenía doblaba mucho mejor que el Auto Unión, y que el Fiat.En la vuelta de Santa Fe el Graciela gano la carrera bajo la lluvia y el barro. Esa carrera era auspiciada por DKW, Auto Unión y la gano el único Graciela que corrió…..Y así quienes tuvieron el privilegio de escuchar a este hombre un caluroso 28 de noviembre de 2003 en el Museo de la Industria de Córdoba se revivió una parte de la historia de Córdoba, y así conocimos profundamente a este querido Romualdo Visintini, el típico Cordobés, que derrochando humildad, picardía y ese particular sentido del humor que tienen los nacidos es esta querida provincia, contó sus experiencias y anécdotas hasta altas horas de la noche, una noche que ninguno de los presentes quería que terminara nunca….. Pasados más de 50 años otro producto de la Fábrica Militar de aviones IME también como lo fue el Rastrojero también nos representó en dos Dakar con muy buenos resultados.    fuentes: clubiame,com.ar, IV Congreso Internacional de Historia aeronáutica Militar Argentina 2016.

el motor del Graciela de origen Wartburg 3 cilindros 2 tiempos y 900 cc