Daniel Ricciardo haciendo el récord en Monte-Carlo

El Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 es uno de los que más expectación genera de todo el año. El trazado urbano que recorre las calles más importantes de Monte-Carlo ha sido testigo de alguna de las mejores batallas de la historia del automovilismo. El rendimiento de los coches pasa a un segundo plano en este circuito para ceder a las habilidades de cada piloto el protagonismo que se merecen.

Solo los mejores se han subido a lo más alto del podio y solo uno lo consiguió en seis ocasiones, Ayrton Senna. El piloto brasileño fue segundo en su debut en 1984 y en 1988 consiguió hacer la vuelta perfecta en clasificación y llevarse una pole position que precedió a una de las carreras más disputadas de la historia de este deporte. En 2018, Daniel Ricciardo ha batido el récord del circuito, superando en trece segundos el tiempo perfecto de Magic en su momento.
Ya en pretemporada los fabricantes avisaron que la Fórmula 1 2018 podría ver cualquier cosa menos lenta. La nueva normativa técnica unida a unos Pirelli más anchos, que aumentan el agarre, han dado como resultados unos monoplazas muy rápidos que están pulverizando todos los récords.

Si nos parecía que Ayrton Senna volaba sobre las calles de Monte-Carlo, lo que ha hecho hoy Daniel Ricciardo es de otro mundo -teniendo en cuenta las diferencias entre ambos coches, evidentemente-. El piloto australiano se ha marcado un 1:10.810 con el Aston Martin Red Bull RB14 con el que ha batido todos los récord.
El australiano se ha marcado la vuelta más rápida de la historia al circuito urbano más famoso del mundo y lo ha hecho después de saber mantener la cabeza fría. Su compañero de equipo, Max Verstappen parecía tener más velocidad que él pero un error al final de la tercera sesión de entrenamientos libres terminó con su coche destrozado contra los muros seguramente presionado psicológicamente por el rendimiento de su compañero de equipo con auto similar.

Max Verstappen dando explicaciones a Christian Horner luego de dañar el Red Bull

Mónaco aúna a lo más alto a los mejores pero también castiga el más mínimo error. Eso es lo que hace de este circuito especial. No en vano forma parte de la Triple Corona del Automovilismo.
Los grandes campeones hacen las diferencias en este tipo de circuitos y no en los tipo Tielke hiperseguros con calles de escape asfaltadas en los que los errores no se pagan y en dónde buscar los límites no implica riesgo alguno. fuente Motorpasión.com