La marca china ByD llega a Europa con tres nuevos modelos que se presentan en el Salón del Automóvil de París, entre ellos el SUV Atto 3. Especialmente diseñado para Europa, este crossover compacto se destaca por un original interior
ByD contracción de «Build Your Dreams», no es realmente nueva en electricidad ya que ha estado fabricando baterías durante veinte años. Y si dos de sus novedades vistos en la Porte de Versailles, la berlina Han y el gran SUV Tang, están más específicamente diseñadas para EEUU y Asia, su SUV compacto, denominado Atto 3, está especialmente pensado para Europa.
Con 4,46 m de largo, apenas 1 mm menos que la estrella del género, el Peugeot 3008, este SUV del segmento C tiene una línea coherente si no revolucionaria. Bien plantado sobre sus ruedas de 18 pulgadas y sostenido por un tercer parante trasero estilo aluminio, no debería estar fuera de lugar en el entorno actual donde casi la mitad de los autos vendidos son SUV como este.
Pero es en el interior donde se diferencia de sus competidores, ya sean térmico o eléctrico. Porque los diseñadores de la casa, bastante sabios en el diseño del exterior, se soltaron en la cabina. El tablero, al igual que las contrapuertas, están revestidos de plásticos espumados de bastante buena calidad, pero sobre todo intentan reproducir un relieve de conchas marinas. Las manijas de apertura están integradas en un bloque redondo igualmente caprichoso y los bolsillos de las puertas están hechos de forma cuadrada con cuerdas que reproducen las de una guitarra.
Una vez superada la sorpresa de estas cuerdas de guitarra, el conductor descubre frente a él un tablero clásico con una pequeña pantalla digital fijada delante del volante e indicando los principales datos necesarios para la conducción. Pero además cuenta con una gran pantalla central de 15 pulgadas fijada en horizontal. Excepto que, con una simple pulsación de un pequeño botón, esta pantalla gira y se coloca verticalmente. Una forma de reproducir lo que muchos conductores hacen con su smartphone cuando está fijado en el auto sobre un soporte. Evidentemente, esto es un gadget, pero es una atención que no le cuesta mucho al fabricante, y que puede producir su pequeño efecto.
No compramos un vehículo porque su pantalla gire, sino según su practicidad, su habitabilidad y sus cualidades mecánicas. En esta última área, el puntaje de Atto es promedio. Su batería ByD de 60,4 kWh le otorga una autonomía mixta (WLTP) de 420 km y su motor, también firmado Byd, ofrece 204 CV y una aceleración de 0/100 km en 7,3 s. La carga rápida le permite recuperar el 80% de sus posibilidades en 29 minutos.
A estas cifras medias en los buenos alumnos de la categoría hay que añadir un peso bastante acorde, ya que este Atto pesa tan solo 1.750 kg, a comparar con las 2,1 toneladas del Volkswagen ID4 de la misma potencia. La habitabilidad lateral, los pasajeros traseros están bien tratados, gracias a una distancia entre ejes de 2,70 m. Un lugar para extender las piernas muy respetable que se paga a expensas de las dimensiones del maletero, lejos de ser enorme, ya que solo mide 440 l.
Sobre el papel, este SUV Byd es por tanto capaz de hacer frente al mercado europeo. Pero le falta un dato imprescindible: su precio y un segundo punto importante: su red de distribución.
Héctor Daniel Oudkerk
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