La creciente preocupación por un futuro sostenible sigue aumentando. Los vehículos eléctricos de baterías tienen sus limitaciones por la autonomía y además suponen un riesgo para el medio ambiente debido a los materiales que emplea la tecnología actual, así que la propulsión mediante hidrógeno cada vez cobra más fuerza entre los fabricantes.

Bosch ha puesto sobre la mesa un nuevo proyecto de fuel cell de hidrógeno que llegará al mercado en 2021, y para lo que ya ha comenzado a producir las primeras unidades.

El gigante tecnológico Bosch, uno de los agentes principales en la fabricación de autopartes, ha anunciado un acuerdo junto a los especialistas suecos de PowerCell para producir pilas de hidrógeno.

El funcionamiento de las células de combustible desarrolladas está basado en las celdas de combustible de electrolito de polímero. Una tecnología que aún está por desarrollarse hasta alcanzar la madurez (tecnológica, industrial y comercial) pero en la que Bosch tiene depositada una gran confianza de cara al futuro y por ello ha invertido 1,05 millones de euros en las PowerCell S3.

Este tipo de células conocidas como membrana de intercambio protónico (PEM por sus siglas en inglés) utiliza un ánodo y un cátodo separados por un electrolito, haciendo que la corriente surja a través de la circulación de los electrones por un circuito paralelo, produciendo corriente eléctrica y como residuo sólo H₂O.
Estas pilas de combustible estarán destinadas a su instalación en turismos y vehículos industriales, pudiendo adaptarse a diferentes usos gracias a la arquitectura modular sobre la que se han planteado. Se pueden unir varias de estas células de manera relativamente sencilla para ampliar su rango de acción.
Los suecos de PowerCell ya están suministrando pilas de combustible para la transformación de vehículos ligeros y pesados, además de entrar en el sector marítimo de manera reciente. La compañía anteriormente parte de Volvo produce, tras su separación hace 12 años, células con capacidad de hasta 125 kW. En el otro extremo, Bosch desarrolla y fabrica componentes específicos para esta tecnología, y ambas han convergen en el proyecto de los camiones Nikola.